UNAUES, ICMARES Y CENSALUD integran esfuerzos en proyectos de restauración en Barra de Santiago
UNAUES, ICMARES Y CENSALUD integran esfuerzos en proyectos de restauración en Barra de Santiago
Debido a su riqueza ecológica, el complejo Barra de Santiago, ubicado en los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate, fue declarado como sitio Ramsar en julio de 2014, un reconocimiento que coloca a esta reserva natural como un humedal de importancia internacional, el cual está conformado, en su mayor parte, por bosque de mangle y estero.
Los bosques de manglar son comunidades vegetales halófitas (plantas que crecen de manera natural en áreas afectadas por salinidad) que se encuentran distribuidas en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Se desarrollan en la frontera entre tierra firme y el mar; generalmente se encuentran en las franjas de estuarios, lagunas costeras o desembocaduras de grandes ríos; por lo tanto, están sujetos al régimen intermareal.
El sitio Ramsar Barra de Santiago es considerado el área de manglar más importante de la zona occidental del país. Cuenta con una riqueza natural de flora y fauna silvestre, destacando especies como mapaches, caimanes, cocodrilos y tortugas marinas que anidan en sus playas; pero también sirve de hábitat para especies como la lora de nuca amarilla y gran cantidad de aves migratorias.
Los manglares son sitios de alimentación, refugio, reproducción y cría de muchas especies de crustáceos, moluscos y peces, que también juegan un papel muy importante en el medio ambiente. Además, estos bosques salados constituyen barreras naturales que regulan los procesos de erosión y de sedimentación en las áreas marino costeras.
Sin embargo, la actividad humana pone en riesgo el equilibrio natural de estos ecosistemas. La expansión de la agricultura, la implementación de proyectos acuícolas, el desarrollo urbano y turístico, entre otros, han provocado mucha contaminación y deforestación, generando problemas de erosión, compactación y salinización de los suelos, lo cual amenaza la supervivencia de la biodiversidad.
Unidades académicas de la UES realizan recorrido para constatar condiciones en Barra de Santiago
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, representantes de las unidades académicas de la Universidad de El Salvador, UES, como son el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, ICMARES; el Centro de Investigación y Desarrollo en Salud, CENSALUD y la Unidad Ambiental, UNAUES, realizaron un recorrido de exploración, en el sitio Ramsar Barra de Santiago, el pasado 1 de junio.
El objetivo de la visita fue conocer, de primera mano, las condiciones actuales de deterioro de esta reserva natural, donde estas unidades especializadas están desarrollando diferentes proyectos de investigación, para apoyar a las comunidades de este importante ecosistema marino-costero.
Durante el recorrido se pudo constatar una serie de problemáticas que existen en el lugar, entre ellas:
- Deforestación en diferentes áreas del manglar.
- Contaminación por residuos sólidos, en su mayoría plásticos.
- Proliferación excesiva de vectores como zancudos, por agua estancada.
- Conductos tapados en diferentes puntos, lo cual imposibilita el flujo adecuado de las corrientes de agua.
En el tema de proliferación de vectores, el equipo técnico de la UES pudo constatar la gravedad del problema, al soportar innumerables picaduras de zancudos, lo cual dificultó y casi imposibilitó el recorrido, evidenciando el enorme riesgo que existe para la salud de los pobladores, debido a las enfermedades que pueden transmitir estos insectos.
El recorrido estuvo acompañado por representantes de la Asociación de Desarrollo Comunal Mujeres de Barra de Santiago (AMBAS), quienes hablaron sobre los diferentes programas de restauración que están ejecutando para el rescate y manejo sustentable del manglar y sus áreas circundantes.
Entre las actividades que realizan se encuentran el cultivo y reproducción de diferentes especies de mangle en viveros; trabajos de reforestación y capacitaciones a pobladores, entre otras labores de sensibilización que se desarrollan, de manera articulada, con las comunidades.
Para el Coordinador de la UNAUES, Ing. Agrónomo Francisco Rivas Méndez, el recorrido sirvió para conocer sobre las bondades naturales de los manglares y de los recursos costeros marinos asociados a éstos, así como también los esfuerzos que realizan las comunidades para rescatar este importante bosque salado, que ha sufrido serios daños en cuanto a deforestación y contaminación, principalmente.
“Las áreas naturales protegidas demandan un esfuerzo de cooperación. Lo principal son las comunidades locales, luego las instituciones de gobiernos como son el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, MARN y las municipalidades y por supuesto la academia, en cuanto a las investigaciones que se pueden realizar, sobre todo en las épocas en donde las condiciones climáticas no son las mejores, para el desarrollo de los recursos costero marinos”, señaló Rivas Méndez.
Eder Caseros, Biólogo y Coordinador de proyectos ambientales de AMBAS, mencionó que los temas prioritarios de esta organización son la protección del bosque de manglar y la conservación de las tortugas marinas. Cabe destacar que con estos proyectos resultan doblemente beneficiadas las comunidades, porque se les brinda empleo, a través de las actividades de restauración y conservación.
El objetivo principal es la restauración de zonas perdidas. “Como organización nos encargamos de identificar sitios que necesitan intervención, para luego elaborar un diagnóstico. Es ahí donde juega un papel fundamental la academia, ahí es donde unimos esfuerzos para, por ejemplo, obtener parámetros físico químicos, ya sea en el agua, a nivel terrestre, etc. Con un diagnóstico podemos planificar el tipo de intervención efectiva que estaríamos haciendo”, explicó el biólogo de AMBAS.
Proyectos de investigación para la sostenibilidad de la Barra de Santiago
Investigadores y especialistas de la UES están trabajando en el territorio, en conjunto con organizaciones locales. En ese sentido, desde el año 2019, CENSALUD realiza un monitoreo constante para medir la calidad de descargas de ríos y estaciones, en diferentes puntos del estero, con el propósito con evaluar sus condiciones, por ejemplo, de oxígeno disuelto, salinidad, temperatura, acidez y conductividad, explicó el Mauricio Jandres, Hidrólogo e Investigador de la UES, responsable del programa.
La información que se obtiene sirve para fortalecer a las organizaciones locales, como AMBAS e inclusive con otros entes normadores, “para tomar cartas en el asunto y mejorar las actividades restaurativas”, mencionó Jandres.
Los monitoreos son fundamentales, pues permiten establecer una alerta temprana de los ecosistemas. A partir de cómo esos indicadores biofísicos y químicos están fluctuando, se advierte de lo que está pasando. “El papel nuestro es ese, precisamente, generar información primaria para ponerla al servicio de la sociedad civil organizada”, enfatizó el investigador de CENSALUD.
Por su parte, Oscar Armando Molina, Biólogo costero marino de ICMARES, explicó que este Instituto realizará una serie de estudios en esta zona de manglar. “Como ICMARES vamos a desarrollar un trabajo de investigación, relacionado al efecto de borda que tiene la caña de azúcar hacia el bosque Salado. Ese efecto de borda se va a estudiar en diferentes estratos: el estrato donde queman la caña de azúcar y el estrato donde no queman caña de azúcar”, precisó.
El investigador señaló que, en el sector de la Barra de Santiago, existe un convenio establecido con ciertos productores de caña de azúcar, para que no realicen quema de cañales, pero, lamentó que haya otros productores que continúan realizando esta práctica en áreas que colindan con ecosistemas de manglar, en este caso bosque secundarios.
En cuanto a los agroecosistemas de cultivos permanentes, “llámese cultivo de mangos, de guineo o de cocos, principalmente, han provocado un cambio del uso del suelo, que probablemente favorezcan a la biodiversidad que colinda con los ecosistemas riberinos, que comprende el bosque salado y las desembocaduras”, detalló Molina.
Otras investigaciones incluyen a las poblaciones de tortugas, cocodrilos, caimanes y el pez machorra, entre otras especies que habitan en esta zona, especificó el biólogo de ICMARES. “Esperamos que de aquí a 8 meses ya tengamos estas investigaciones, que va a involucrar ciertas variables, digamos de fauna, de flora, de la biodiversidad completa y el estado también de la vegetación”, tomando cuadrantes de muestreo en los estratos mencionados, apuntó el investigador.
Llevar a cabo estas investigaciones y establecer medidas de mitigación es fundamental, pero también es importante trabajar en programas de educación y sensibilización, dirigidos a las comunidades, para que sean conscientes del daño que ocasionamos al medio ambiente con nuestras acciones, recalcó el Coordinador de la UNAUES.
El cuidado de las playas, el fomento del turismo responsable y el comercio sostenible, son aspectos que también se deben abordar y para lo cual es necesario establecer mecanismos de cooperación entre el MARN, las alcaldías, ONGS y los pobladores, sostuvo.
La Unidad Ambiental de la UES, siempre ha estado presente apoyando a las comunidades, por medio de jornadas de limpieza en playas, manglares y otros ecosistemas; también ha realizado inspecciones e impartido capacitaciones en temas ambientales, cuando se le ha solicitado, indicó el Ing. Rivas Méndez.
Por medio investigaciones y proyectos como los ejecutados en la Barra de Santiago, la Universidad de El Salvador está cumpliendo con sus funciones sustantivas de investigación y proyección social, acompañando a las comunidades más vulnerables del país, en la búsqueda de soluciones a sus problemas, en esta oportunidad, realizando diversas investigaciones en la reserva natural Barra de Santiago.
Redacción y fotografías: Margarita Sol, UNAUES.
Fuentes consultadas